Siempre he disfrutado leer/ver tops y curiosidades, creo que son pequeñas dosis de información que nos dejan con ganas de saber más y contribuyen a formar un interés sincero por la investigación. En uno de mis ataques de ansiedad por conocimiento (ni se la crean mucho) descubrí un top llamado: 10 juegos indie que debes jugar. En el hablaban de juegos muy interesantes, coloridos y llamativos pero hubo uno que me llamó más la atención por su particular jugabilidad: Journey. En el tomamos el papel un ser de trapo que viaja deslizándose por el desierto, a veces acompañado por otro semejante y a veces solo, al ritmo de una hermosa banda sonora y colores muy particulares. Lastimosamente el juego es exclusivo de Playstation y para aquellos días tenía Xbox 360 (y si, estaba pensando en descargar la versión pirata en la computadora).
Uno de mis pasatiempos favoritos es escuchar música de score, o sea bandas sonoras de videojuegos, películas y hasta series. Un día, aburrido de escuchar lo mismo, encontré la banda sonora de este juego como video sugerido (usualmente escucho música desde Youtube mientras trabajo) y recordé que uno de los aspectos fuertes de este juego era su música. Me dispuse a escucharla sin pensarlo dos veces y me enganchó con su tema principal tan diferente, repleto de paz y que representaba casi a la perfección el concepto “Journey” (viaje). El tema empezaba con un violín y luego el sonido de un arpa armonizaba la composición mientras los instrumentos de viento se abrían paso y todos concertaban una armonía perfecta que al final, se marcaba por un silencio que susurraba de forma subliminal una transformación, una evolución, un viaje. Sin darme cuenta escuché toda la banda sonora (58 min.) y emprendí un viaje en el que descubrí que Journey es el primer videojuego en ganar un Grammy por su espectacular banda sonora, compuesta por Austin Wintory.
Finalmente hace unos 2 meses tuve la oportunidad de jugar la versión remasterizada para Ps4 que Sony puso a la venta desde hace un año en su tienda virtual y tuve una de las mejores experiencias que he tenido con un videojuego. Resulta que Journey es el tercer juego de ThatGameCompany y fue presentado por SCEA Santa Monica Studios en el 2012 para Ps3. Es un título muy particular en cuanto a su jugabilidad, en este juego solamente debemos avanzar y avanzar hasta llegar a la cima de una montaña de la cual sale un haz de luz. Al principio no se nos explica el por qué lo hacemos y lo único que verdaderamente nos hace seguir avanzando, además de querer saber por qué estamos haciendo eso, son los hermosos paisajes de la zona, que acompañados por el compás de la música hacen que moverte por los niveles se vuelva una experiencia cinematográfica-interactiva, sin diálogos ni interrupciones.
En Journey no encontrarás varios mundos o niveles (al mero estilo Mario Bros.), tampoco enemigos a los que derrotar; de hecho, lo único que podrás hacer será moverte hacia cualquier dirección, saltar y hacer algunos sonidos que te servirán para volar con el poder de las telas (personajes muy simpáticos) y alcanzar nuevos lugares que pueden o no estar cargados de secretos; secretos que solo descubrís al volver a empezar el juego, que por cierto terminás en una sentada (2 o 3 horas).
En Journey podremos tener un acompañante o ser el acompañante de alguien más, todo dependerá de la velocidad que llevés y quién esté jugando en línea en ese momento.
En algunas ocasiones, si estamos conectados a una conexión Internet, te verás acompañado por otro jugador que también ha empezado su viaje y se ha encontrado con vos camino a la montaña. Esto vuelve más interesante el juego pues no hay una forma tradicional de comunicarnos con él, ya sea por chat de voz o de texto y la única manera es haciendo los sonidos del personaje, que junto con los de tu compañero les permitirán saltar más alto y volar por más tiempo, volviendo el juego una experiencia cooperativa que requiere una comunicación un tanto diferente, que si bien es cierto no es esencial para pasar el juego y no aporta nada, le da un valor agregado a esta experiencia conformada por varias piezas. Es importante aclarar que nuestro compañero no será el mismo en todo el viaje y al finalizar del juego podremos ver los nombres de todos los jugadores que nos encontramos en nuestro viaje.
“…y entonces, ¿de qué trata este juego?”
Calma pueblo, que ahora voy con eso. El plato fuerte de Journey es su historia, y es que no miento cuando te digo que la función de los otros elementos (música y arte) solo embellecen y ayudan a entonar mejor la historia. En este juego somos un ser de trapo de color marrón que debe llegar a la cima de una montaña de la cual sale un haz luminoso, a medida que avanzamos podemos alargar una bufanda que porta nuestro personaje y que nos permite permanecer más tiempo en el aire para movernos más rápido o alcanzar nuevas áreas, también vemos una serie de ruinas en el desierto que solo cuando vamos conociendo más de la historia entendemos el por qué están allí.
Cada vez que finalizamos una zona tomamos una postura meditativa y conectamos con un ser de tela más grande y de color blanco, algo así como un dios o un espíritu. Este ser nos explica el origen y fin de las cosas, cómo nació todo y cómo los mismos creadores fueron culpables de la destrucción producto de la envidia y odio entre ellos. Al principio vemos como la luz de la montaña se esparce por el cielo haciendo que caigan estrellas y símbolos. Cada estrella crea un ser del reino animal o vegetal y cada símbolo se convierte en un ser de tela. Al principio todos los seres veneraban las estrellas y soñaban con alcanzar su luz pero los seres de tela empezaron a construir ciudades y abandonaron el camino de la iluminación, provocando una obsesión por las telas, piedra angular de la civilización, que terminó en una guerra.
Las guerras llevaron a los seres de tela a crear máquinas vigilantes que pudieran combatir a sus enemigos, dichas máquinas con forma de serpiente terminaron por acabar con toda la civilización y todavía siguen vagando por el mundo; el tiempo dio paso a la arena y es por eso que ahora el mundo es un basto desierto. Con el tiempo la luz generó a estos seres marrones que nosotros interpretamos y ahora nuestro deber es alcanzar la luz.
Journey es un juego de múltiples interpretaciones con un final ambiguo.
Cuando alcanzamos la luz el juego simplemente vuelve a iniciar y nos embarcamos en otro viaje (si así lo deseamos por supuesto), haciendo que una de mis interpretaciones sea que nuestro deber era redimir a los antiguos seres de tela al seguir el camino de la luz.
Otra de las interpretaciones más increíbles que he encontrado es que quizás el sentido de la vida sea el aprendizaje que a su vez nos lleva a la comprensión y que implícitamente van unidas de la mano. La bufanda y nuestra capacidad para alargarla son las lecciones que vamos acumulando, lecciones que junto a la experiencia representan lo único que tenemos en un basto desierto y que entre mayor sea el número más alto podremos llegar en el campo. Sin embargo cuando estamos a punto de llegar a la montaña la arena se convierte en nieve y el camino está repleto de máquinas vigilantes, se refleja una lucha del ser contra sus propios miedos, una prueba final que termina con la muerte de nuestro personaje en la nieve, luchando por alcanzar la iluminación después de haberse medido contra la naturaleza y el mismo hombre/ser donde su bufanda ha desaparecido por completo y todo lo que ha aprendido desaparece. Es en este momento donde los seres blancos aparecen y le dan su último aliento a nuestro personaje, resucitándolo y ahora con una bufanda más larga que le permite llegar más lejos, es aquí cuando el ser ha aprendido el significado de la compresión, abstrayendo el significado puro y más noble de las cosas, descubriendo que su conocimiento no significa nada y que es un todo con lo que le rodea.
Al final del juego podemos ver a nuestro personaje llegando a la luz y desvaneciéndose en ella, que vendría siendo la iluminación espiritual, la muerte, el conocimiento absoluto o lo que el jugador quiera que sea. Mientras vemos la secuencia de créditos observamos una pequeña estrella que surge de la montaña y que recorre todos los pasajes que ya hemos recorrido solo para llegar al punto de inicio del juego. Quizás esto sea una referencia a la reencarnación o una referencia al concepto de que la vida y la muerte yacen constantemente en lo existente, pero cuando decidimos empezar el juego de nuevo nos damos cuenta de que nuestro personaje viste un manto diferente pero sigue siendo el mismo. Hay quienes dicen que el alma regresa a la vida porque todavía no ha finalizado su aprendizaje, concepto que el juego refuerza al permitirnos volver a empezar el viaje para desbloquear cosas y sacarle provecho al 100%.
En mi opinión Journey trata sobre cómo el ser alcanza la iluminación espiritual y adquiere conocimientos mediante la experiencia, conocimientos que le sirven para llegar más lejos en un desierto llamado vida, un desierto en el que nuestros objetivos de aprendizaje pueden cambiar si nos desorientamos en el camino pero que si logramos cumplirlos llegando a la luz, somos capaces de iniciar otro viaje con un enfoque diferente. Es gracias a su estilo minimalista y multijugador superfluo que se logra captar este concepto entre el ser y su entorno.
El último tema musical de la historia se llama “I was born for this” y es una versión de los temas iniciales más adornado y rápido. Creo que ningún detalle se debe pasar por alto y esto nos deja bien claro que el motivo de nuestra existencia es aprender a comprender y este es un camino que nunca termina y que se reinicia constantemente. Journey no es un juego para cualquiera pero te resulte una experiencia tediosa o emotiva siempre habrá algo positivo que sacarle.
Si no has jugado a este título te recomiendo que lo hagás en cualquier oportunidad que tengás y si ya lo jugaste me gustaría saber tu opinión en los comentarios. Recordá compartir este post y regalarme un Me Gusta en mis redes sociales si aún no lo has hecho. Buenas noches a todos, a todos menos a los que creen que los videojuegos siguen siendo entretenimiento vacío.
Estas imágenes y descripción me muestra un lado que no conocía de los videjuegos.¡Super!
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